Dicen los cronistas que este Conquistador era oriundo de la villa de Agudo, del Maestrazgo de Calatrava, y de familia hijodalga. Su padre se llamaba Benito López Herrera, y su madre doña Olaya, a quién le habían puesto el apodo de la rica. Siendo niño el futuro conquistador, las gentes del lugar le llamaban "Alonso de la Olaya," y al fin le quedó por apellido él nombre de su madre, En 1534 Alonso, que yá era casado y padre de familia, resolvió dejar á su mujer y familia en España, y pasar á Venezuela con Jorge Espira. En Coro se enganchó con Federmann, y en su compañía vino al Nuevo Reino, donde se quedó. A poco de estar en Santafé se rebelaron los Indios de Simijaca, y el General Hernán Pérez comisionó á Olaya para que fuese con el Capitán Céspedes á someterles. Los aborígenes se habían hecho fuertes en un peñón de difícil acceso, y desde allí se defendían briosamente. Olaya, sin embargo, sin arredrarse, resolvió apoderarse del sitio, y subió arrebatadamente por la peña arriba; los Indios se defendían arrojándole piedras, é iba yá él por la mitad de la cuesta, cuando una piedra cayó encima y le arrastró por el precipicio abajo; rodó más de cien metros sobre el abismo, pero cayó sobre las ramas de algunos árboles, lo cual minoró el golpe, pero se le despedazó una pierna. Después de dos años de sufrimientos se levanto, pero cojeando y quedándole el apodo de cojo. El sitio ha guardado su nombre, y hasta el día se llama Salto de Olaya o peñón de Moyba. Pero si Olaya había quedado baldado, no por eso perdió los bríos. No bien pudo andar, cuando emprendió una serie de excursiones conquistadoras por Tocaima, Pamplona y Mariquita, y á su costa fué á pacificar á los Indios de Bituima, lo cual llevó á cabo con tan buen éxito, que no tuvo que derramar ni una gota de sangre. Después pasó á someterá los habitantes del actual departamento de la Palma, y una vez pacificado todo el territorio entre Honda y la sabana de Bogotá, se ocupó, en unión de Hernando de Alcocer, en abrir á su costa camino entre aquellos dos puntos (32 leguas), fundando en 1551 una población en el camino (la de Villeta; que llamaron de San-Miguel), para que sirviese de escala á los viajeros. Con la apertura de aquel camino de herradura se evitó que los Indios cargasen todo cuanto se necesitaba en la Sabana. Además, Olaya edificó las bodegas de Honda, y puso allí recaudador que llamaron Alcaide. Después de aquella obra magna, y además de 80 años de edad, capituló con el presidente Aux de Armendáriz la conquista del Valle de la Plata en Moquegua, lo cual hizo á su costa con 150 hombres de armas. Aunque llevó á efecto la excursión, no volvió de ella, porque pereció en la jornada. Sus compañeros trajeron sus huesos á Santafé, y los sepultaron en la Catedral de esta ciudad. Tuvo honrosos empleos en el Gobierno de la Colonia, y fueron suyos Sasaima, Nocáima y otros muchos terrenos. Para su habitación en Santafé tenía la media cuadra contigua á la Catedral y la esquina de abajo de la plazuela de San-Carlos, casa que es hoy día del señor Juan Manuel Herrera. Su hijo mayor no quiso venir á América; pero su hijo segundo, don Juan Lorenzo, le heredó y se quedo en el país.
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